Nuestro viaje comenzó con una simple realización: el café de especialidad puede resultar intimidante. El lenguaje, la terminología: es suficiente para marear a cualquiera. Pero creemos que el café debería ser disfrutado por todos, independientemente de su nivel de experiencia.


Por eso nos propusimos crear una marca que hable un lenguaje que todos puedan entender, haciendo del café una experiencia emocionante y acogedora para todos. Uno de nosotros proviene de una finca de café ubicada en las exuberantes colinas de Boyacá, Colombia, una región desconocida para muchos, pero venerada por aquellos que saben de su capacidad para producir café de alta calidad. Con una historia familiar que abarca seis décadas en el cultivo de café, estamos comprometidos a preservar este legado y, al mismo tiempo, esforzarnos por mejorar la calidad de nuestros granos de café..